Con valentía y determinación dejó las drogas e indigencia

Evelyn destacada

Por Fernanda Matarrita

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Fotos: Fernanda Matarrita

Hace 5 años Evelyn dejó los cartones, plásticos y periódicos que le servían de abrigo y morada. Su determinación hizo que lograra salir del abismo en el que fue consumida por las drogas por más de dos décadas.  

Hoy a sus 48 años Evelyn Porras es testimonio viviente de que las circunstancias más adversas pueden superarse. Es una mujer activa y se desempeña como conserje en un centro educativo. Con gran algarabía me recibe, se siente muy orgullosa de lo que me va a contar. Aunque su vida tuvo episodios muy duros, esta historia tiene final feliz.

En su cuerpo hay rastros de su pasado: dos balazos en sus piernas, marcas en su espalda producto de puñaladas y cicatrices que dejaron mordeduras de ratas en sus brazos. También hay heridas internas, fue abusada por tres hombres; y estuvo privada de su libertad en cuatro ocasiones.

A pesar de tanto dolor y turbulencia, hoy está triunfante. Evelyn logró lo impensable, se levantó del “hueco” en el que vivió aprisionada por mucho tiempo. Rescató lo más importante: su vida.

Vida marcada

“Escriba que soy de Hatillo, de la ciudadela 15 de Septiembre”. Evelyn nació el 10 de abril de 1968, octava hija de su madre, la primogénita de su padre. Cuando su mamá se enteró de que estaba embarazada de ella, hacía poco había dado a luz a la hija menor de su primer matrimonio, la desesperación la hizo querer interrumpir su embarazo. “Mi papá me contó que casi no nazco”.

Su infancia transcurrió en los barrios del Sur, luego de ella llegaron tres hermanitos más, en total eran 13 en la casa contando a los papás, las carencias eran muchas y el panorama desesperanzador para una ama de casa que se dedicaba al cuidado de sus hijos y un padre que venía saliendo de prisión.

“Conocí las drogas en Limón, mi papá iba a comprar marihuana. Luego de salir de la cárcel encontró un trabajo, como en la casa éramos tantos él trabajaba mucho. Con la marihuana se relajaba”.

Evelyn recuerda haber sufrido maltratos en su hogar, fue despojada de sus alimentos y pertenencias en muchas ocasiones para solventar la necesidad de sus otros hermanos. Pero eso no era suficiente, las cosas no alcanzaban así que le tocaba ir a vender verduras o “nenes a peseta”,  desarrollando desde pequeña sus destrezas como comerciante.

Los años pasaron y Evelyn se convirtió en una linda muchachita, delgada de cabellos negros y chispeantes ojos marrones. A los 15 se enamoró.

“Digo que me enamoré porque eso me enseñaron, me dijeron que eso pasaba cuando uno conocía a su primer amor. Yo sabía que él estaba en drogas y delinquía, pero yo quería salir de mi casa, así que me junté”.

Junto a su pareja sufrió constantes agresiones. “Para mí eso era amor, nunca recibí orientación ni cariño”.

De esa relación nacieron sus dos hijas mayores (en total tiene tres), cuando ellas estaban muy pequeñas su compañero fue encarcelado.

“De los 15 años que estuvo preso, lo visité 13 años consecutivos, me casé con él ahí adentro. Le llevaba a las chiquitas a verlo y todavía así me agredía dentro de la cárcel”.

Durante todo este tiempo Evelyn usaba drogas, tenía episodios en los que se iba un tiempo a consumir, regresaba y se dedicaba a las ventas ambulantes. Sus hijas quedaron bajo el cuidado de su madre.

“A mis hijas mi mamá les dio todo el amor que yo no recibí. Se lo agradezco, ella murió hace tres meses y sé que me perdonó”.

Salida del abismo

Cuando dejó por completo a su familia, Evelyn se sumió en la drogadicción hasta el punto de convertirse en indigente.

“Tenía un ranchito de plástico, sufrí muchas cosas, buscaba comida en los basureros, me bañaba con botellas de agua que me regalaban. A veces me despertaba y estaba mordida por las ratas”, exclama mostrando las marcas en sus brazos, que al igual que sus malos recuerdos se han ido borrando.

Reconoce haber sido una mujer muy activa y trabajadora, no hay duda de ello, todo el espacio que tiene a cargo para mantener limpio y ordenado, se ve reluciente.

“En aquellos años yo trabajaba para conseguir mi vicio, hoy trabajo para tener una vida digna y honrada”.

Su hija mayor intentó ayudarla en reiteradas ocasiones, estuvo interna sin éxito en varios centros de restauración, hasta que llegó al último y su vida dio un giro positivo.

“En ese momento en el centro no había ni psicólogos ni los profesionales que hay hoy. Mi principal terapia fue la actividad y por supuesto mis ganas de ser una mejor persona, me ponían a limpiar y a atender una panadería, ellos vieron que yo tenía experiencia tratando a los clientes”.

Así fue como la vida de una mujer golpeada por el destino cambia, con ayuda y sobre todo mucha determinación y valentía. Su rostro hoy es otro, su historia inspira a aquellos que piensan que no hay salida.

Aunque hoy Evelyn enfrenta algunas consecuencias por no haber sido una hija y madre presente, recuperó el perdón de su mamá y el respeto de sus hijas. También ganó, ganó mucho, ahora tiene tres preciosos nietos, casa propia, mucha gente que la quiere y ambiciosas metas.

“Quiero estar más unida con mis hijas. Me gustaría aprender a manejar y tener mi propio carro”.

Evelyn es consciente de que debe de dar un poco de lo mucho que ha recibido.

“Pido a Dios que me dé mucha fortaleza y misericordia para poder ayudar a muchas mujeres que están en la condición en la que estuve. Quiero estudiar, prepararme en temas relacionados con las drogas, me hace falta la teoría porque yo ya tengo la experiencia”.

Eve

 

4 Comentarios:

  1. Mis tres hijos estuvieron en la escuela donde trabaja y realmente no sabía su historia pero puedo decir que me encantaba si forma de ser tan humilde, sencilla, mis hijos la querían mucho, ya que es muy activa tiene mucha energía.
    Dios la día bendiciendo y ha demostrado que si se puede.
    Yo tengo un hermano alcohólico y está en indigencia y por mas que le hemos ayudado no ha logrado salir de esas tinieblas.
    Suerte en su camino yo le deseo mucha bendición a tan bella persona que siempre recibía a mis hijos con un abrazo.

  2. Potine me haces feliz y Lorenzo está muy orgulloso de ti allá en el cielo. Dios cumple su propósito en su tiempo y medio el privilegio de verlo tú sabes lo que te amo y a las chicas no fue fácil pero fue posible. 😘

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